Ambrosia

Fui a esta heladería con muchas expectativas, pero la experiencia fue un desastre de principio a fin. Primero, los creps eran un auténtico insulto a la cocina. La masa estaba cruda en algunas partes y quemada en otras, además de que los ingredientes sabían a productos baratos y de mala calidad. El chocolate, por ejemplo, parecía más un jarabe aguado que algo digno de llamarse chocolate.

El ambiente era igual de desagradable: el local estaba sucio, con mesas pegajosas y un olor raro que no se lograba identificar, pero definitivamente no era apetitoso.

El personal, en lugar de mejorar la situación, la empeoraba. Todos parecían estar de mal humor, atendían de mala gana y te hacían sentir que eras un estorbo por estar ahí. Cuando les pedí que corrigieran el pedido porque me trajeron el crep equivocado, me respondieron con una actitud pasiva-agresiva que rozaba la grosería.

En resumen, esta heladería no merece ni una segunda oportunidad. Si buscas un buen lugar para disfrutar de un crep o un helado, te sugiero que sigas caminando y elijas cualquier otro sitio. Aquí solo encontrarás decepción tras decepción.